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3,47 €Tener poca edad o no haber llegado a la madurez de la vida, no es óbice para ser llamado. Tener muchos bienes sí puede impedir aceptar la llamada. Ser joven no es obstáculo: ser rico, sí. Es lo que nos recuerdan los tres únicos relatos de llamada a jóvenes presentes en la Escritura.