AA.VV
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14,16 €El más célebre artista del Renacimiento, Miguel Angel, renació enamorado de un joven cuando tenÃa cincuenta años. Bernini se quemó la pierna delante de sus ayudantes para que éstos conocieran el rostro del sufrimiento y pudiesen después cincelar a san Lorenzo. Un criado degolló a la segunda mujer de Frank Lloyd Wright y prendió fuego a la casa que el arquitecto habÃa construido para ella; a partir de ese incendio Wright resurgirÃa hasta tres veces de las cenizas. En la Viena finisecular, el joven Adolf Loos se convirtió en mecenas de Arnold Sch"nberg y en el primer coleccionista de los extraños retratos que pintaba Oscar Kokoschka. El escocés Charles Rennie Mackintosh se lo debÃa todo al té y casi todo lo perdió con el whisky. El mayor proyecto de Antonio Sant'Elia fue un cementerio del que él serÃa el primer ocupante. Antoni Gaudà dirigió personalmente, desde el Passeig de Grà cia barcelonés, la colocación de todas y cada una de las piezas que formarÃan la fachada de La Pedrera. Durante la I Guerra Mundial, Walter Gropius permaneció tres dÃas sepultado entre los escombros de una casa en ruinas y durante la segunda contienda Alvar Aalto trabajó para el servicio de espionaje de su joven paÃs. El finlandés vivió lo suficiente como para alcanzar la gloria en vida y demasiado como para mantenerla.
La biografÃa de los más célebres arquitectos recorre las páginas de Vidas construidas, un álbum de vivencias, una galerÃa de personajes, veinte retratos que narran historias edificadas por clientes osados y artistas aventureros. Del Renacimiento al movimiento moderno, multitud de mecenas, ciudades, materiales, técnicas e invenciones hilvanan unos relatos que quieren mostrar la trastienda humana de la historia de la arquitectura.