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20,90 €En 1954 un amplio grupo de franceses (burgueses, Asanos, juristas, soldados, clérigos y nobles) abandonaron sus hogares para seguir luchando en nombre de la Liga Católica. HabÃan perdido la guerra contra Enrique IV de Borbón, pero no podÃan hacer la paz con él, por mucho que proclamara que se habÃa convertido al catolicismo y que el papa lo reconociera al año siguiente como buen católico. Huérfanos de liderazgo, pero firmes en sus convicciones radicales, se vol-vieron hacia el rey de España, el único prÃncipe que parecÃa a sus ojos reunir las cualidades de rey 'verdaderamente cristiano'. Se inauguraba asà un exilio que habrÃa de durar más de medio siglo, un refugio sostenido en los principios de libertad de conciencia y de elección del soberano por el pueblo, pero también en una angustia escatológica y violenta que buscaba construir una sociedad confesional, intolerante y excluyente.