Descompte:
-5%Abans:
Després:
22,80 €Altos niveles de corrupción limitan la inversión y el desarrollo y conducen a un gobierno ineficaz. Aunque la corrupción es un fenómeno mundial, los paÃses en vÃas de desarrollo, y aquellos que están realizando una transición a partir del socialismo están especialmente expuestos a ella. La corrupción crea ineficacia y desigualdades económicas, pero es posible realizar las reformas necesarias para conseguir la reducción de los beneficios materiales procedentes de los sobornos. La corrupción no es, sin embargo, sólo un problema económico; también está entretejida con la polÃtica. Las reformas pueden exigir cambios tanto en las estructuras de las diversas Constituciones como en la relación subyacente que existe entre el mercado y el Estado. Sin embargo, una reforma eficaz no puede producirse a menos que la comunidad internacional y los dirigentes polÃticos nacionales apoyen el cambio. No existe un solo modelo de reforma, pero el objetivo primordial de toda reforma deberÃa ser reducir los beneficios que se obtienen de pagar y de recibir sobornos, y no simplemente apartar las "manzanas podridas".
Susan Rose-Ackerman es titular de la cátedra Henry R. Luce de Derecho y Ciencias PolÃticas, en la Universidad de Yale, y codirectora del Centro Académico JurÃdico para el estudio de Derecho, Económicas y PolÃticas. Fue becaria de la Fundación Guggenheim y de la Comisión Fulbright asà como investigadora visitante en el Banco Mundial en 1995-1996. Es autora de Rethinking .the Progressive Agenda: The Reform of the American Regulatory State y de un estudio que ha marcado un hito histórico, Corruption: A Study in Political Economy, entre otros numerosos libros y artÃculos publicados en revistas jurÃdicas, económicas y polÃticas.