Historia de una familia, de casi toda una España, no importa en qué zona se encontrara, que tuvo que sobrevivir a una dictadura, a una monarquía, a una revolución, a una república, a una guerra, a una postguerra y a otra dictadura, ésta más cruel y sangrienta que la anterior, y todo en un espacio de apenas diecisiete años. En ese escenario, el amor, la abnegación por los hijos y el valor sin límites lleva a esa familia a vivir un espejismo de normalidad en una época tan convulsa como intensa, donde los pensamientos, las palabras y los actos tenían por sí mismos importancia, que los hombres morían por ellos. «He tenido ocho hijos, he pasado una guerra y tendré la enorme suerte de marcharme antes que ninguno de ellos, ¿qué más puede pedir una madre?» dice la protagonista, agradeciendo a su Dios, en el que no creen sus hijos, que les haya protegido. Ella ve y entiende las pasiones, los valores y las miserias de su familia, gentes normales y sencillas a quienes les tocó vivir un tiempo anómalo y demasiado complicado.
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