AA.VV
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17,10 €Hoy en dÃa existe un conflicto entre el valor patrimonial y turÃstico de la arquitectura y su valor ecológico y climático. De hecho, a finales del siglo XX en Europa se habÃa puesto en valor el aspecto visual, cultural y estético de los edificios, en el marco de un desarrollo económico postindustrial ligado principalmente al turismo. Pero cuando en el siglo XXI llegaron los imperativos del aislamiento térmico, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, surgió un conflicto entre la imagen histórica que debÃa dar la fachada hacia el espacio público y la necesidad de taparla desde el exterior con lana de roca como aislamiento térmico.
Es aquà donde la decoración de interiores adquiere todo su significado, el de las alfombras y tapices de antaño, de candelabros y espejos, de dorados y cortinas, como estrategias ancestrales para mejorar las condiciones térmicas de los interiores premodernos y cuya ambición debemos revalorizar y renovar los medios en la era del calentamiento global.
AsÃ, trabajando sobre fenómenos climáticos reales, los estudiantes de Arquitectura de Interiores del HEAD en Ginebra, bajo la dirección de Philippe Rahm y Phi Nguyen, buscaron dar respuesta a los imperativos ecológicos actuales, para llevar la antigua Torre del Instituto Suizo de Roma a estándares energéticos, inventando un nuevo estilo decorativo caracterÃstico del siglo XXI.